Javier Lambán controla el partido en Zaragoza, y supongo que en todo Aragón. Es bien sabido que la forma más importante de control en un partido consiste en influir de manera poderosa en la confección de las listas electorales, y por supuesto, si se gobierna, en decidir quiénes ocuparán los puestos de gobierno, y que esto lo sepan los militantes que tengan aspiraciones de ir más allá.
Lambán quiere controlar los procesos electorales que se avecinan. Para ello recientemente ha hecho tres cosas:
- Saltándose todas las normas, ha evitado que se creara la Agrupación Municipal de Zaragoza, de esta forma, y por medio de Sánchez Quero, tendrá control decisivo sobre las listas de candidatos a concejales. Sánchez Quero ejercerá ese control gracias a la sesgada composición del Comité Provincial.
- En sus declaraciones de este fin de semana le ha enviado el recado a Pedro Sánchez de que espera que respete la autonomía de Aragón (o sea, la de él mismo), o dicho de otra forma que no le ponga candidatos, especialmente para las primarias, y que no le modifique las listas. Incluso Mayte Pérez, en sus declaraciones a la entrada del pasado Comité Federal, se reafirmó en la misma idea.
- Por si lo anterior le fallara, ha conseguido que Sánchez Quero forme parte de la Comisión Federal de Listas, para estar al quite. Y eso que Sánchez Quero no es muy especialista en listas, porque ni se aclara, o no quiere aclararse, con lo de la composición de su Comité Provincial, que además continúa teniéndolo incompleto. Todavía recordamos los desencuentros entre Pilar Alegría y Lambán (a través de Sánchez Quero) de hace cuatro años a propósito de la lista de concejales a su paso por el Comité Provincial.
